Mi cabeza una pobre borracha de luna. Evaristo Carriego
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Jitanjafora
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La bruja Matruja ventrilea y estrupa a un sapo Sapureo que chilijea y cholipentripea. - Grime, grime Sapureo - Gruja, gruja Matruja En este gorjeo saltimpanta una bellocisca cenicentruja y zas, tazás, saltistás... invierte y revierte Sapo Matruja que sapurea Bruja Sapureo que matrujea. ¡Vaya, qué amorojeo! Inès de Moon-dragòn
No estoy seguro de que yo exista
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LECTURAS Y ESCRITURAS VIVIDAS: UNA FORMACIÓN DE SENTIDO
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Por Clara Inés Cuervo Mondragón Sonidos, mis primeras lecturas D i mis primeros pasos de lectora del mundo e n una casa del centro de Bogotá, sus sonidos fueron mi texto escrito: bulla de pericos, restregar de pisos, crispar del fuego de carbón, ecos de patio a patio, gotas sobre el tejado, choque de la lluvia en la baldosa, cacerolas de agua en la tina, risas y gritos de padres, tíos, hermanos y abuela. Como lectora de la palabra escuché canciones, rondas, adivinanzas, retahílas: Chivito no quiere salir del rincón ya saldrá, saldrá chivito, ya saldrá de aquel rincón . Me gustaba escuchar Arroz con leche, Tengo una muñeca, La farolera . Jugué y canté muchas rondas. Escuché historias no de las bocas de mi abuela o mis padres sino de una colección de cuentos por audio. Estos eran magia en los oídos, las palabras se volvían luz, me envolvían, me hacían viajar en el sonido; yo iba en el viento siendo música y fantasía: Oh! ¡Qué maravilla de lug
Leerse mujer para este dìa 8 de marzo.
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Y yo me hice mujer Por Clara Cuervo Leer-se mujer es un nombre que nos abre tres posibilidades de interpretación: ser lectora, ser mujer y ser creadora. Leer sé, mujer es ser lectora que se reta en este mundo del vértigo y rompimiento de vínculos. Por ello, se detiene en las palabras: las huele, las palpa y las saborea. Se entrega de cuerpo a la lectura, así crea una revolución, pues reta a los productivos dueños del tiempo y del espacio, señalándoles que el período de vida es suyo y que quiere “caminar tranquila hacia una fuente”. Busca ese tiempo primigenio en el acto de leer. Así un libro o un poema, le entrega los secretos de su cuerpo y su alma los cuales trascienden cualquier cuenta de minutos o de kilómetros. La mujer está sin tiempo comprendiendo las alegrías y tristezas de la muerte, la vida y el amor. Se declara lectora de mano de