DÍA DE LA MADRE UNA OPORTUNIDAD PARA EL AFECTO Y LA ESCRITURA Por Clara Inés Cuervo



He visto en los colegios públicos y privados que las profesoras de los niveles  preescolar y primaria tienen una cantidad de trabajo  cuando se acercan las fechas de celebraciones  escolares, culturales, sociales:  día del idioma, la tierra, los niños, el amor y la amistad,  izadas de bandera, entre otros.  Señalo las profesoras porque tal vez siguen siendo las mujeres  las que trabajan más en estos niveles, además porque ellas se encargan de la elaboración de flores, tarjetas, muñecos, etc.  para un día como el de la madre.  “Fue un día agotador , hice 35  tarjetas de manzana para las madres” escribió una profesora en el Facebook. “Profe, hoy estamos ayudando hacer las flores para que los niños les den a sus mamás” argumento una profesora en formación acerca de su actividad pedagógica.
Con todo ello,  quede sorprendida. ¿Por qué las profesoras hacen este trabajo? ¿Por qué ellas son las que diseñan, pintan,  escriben, modelan, cosen y los niños no? ¿Por qué tal vez sin pretenderlo estandarizan o estereotipan tarjetas, muñecos, flores…?  ¿Por qué ellas asumen todo este trabajo y no dejan ser a los niños protagonistas? Estas acciones tienen varias implicaciones.  Profesoras, lamentablemente, están demeritando las potencialidades y posibilidades del niño,  no le otorgan una voz para manifestar sus emociones y pensamientos,  tampoco permiten que él sea creador. Con dicho trabajo están optando  por “lo bello”,  “el mejor regalo”, “la flor con hojas rojas y tallo verde” “te quiero mucho mamá”, expresiones que  revelan una adopción a una sola voz válida en el aula: la de la profesora.  Así mismo, pese a los esfuerzos creadores de ella,  las producciones son homogéneas y  la mayoría de veces no manifiestan los  sentimientos y pensamientos de los niños con respecto a sus madres, abuelas, tías.
Alguna de las profesoras podría decir que el problema radica en el poco tiempo, pues permitir que los chicos escriban estas cartas, tarjetas, hagan estos regalos harían que ellos no atenderían a sus deberes escolares. Otra profesora argumentará que ella permite la participación en la creación de estos regalos: los niños pintan la figura de la flor o escriben el mensaje que la profesora copio en el tablero.    En esto hay un problema de concepción sobre  la escritura.   Profesora, dejemos de mentirnos,  ustedes y yo sabemos que cuando  los estudiantes  escriben dictados, copias, transcriben, repiten, mecanizan ortografía,  no están haciendo producción de textos, no están expresando, ni comunicándose.  No perdamos esta oportunidad de comunicación en el consumo. Los niños pueden escribir las cartas, las tarjetas, si nosotros les enseñamos a manejar la estructura. Cuando se quiere comunicar se aprende a escribir. Ellos aprenderán hacer estos textos pues quieren ser partícipes de estas situaciones comunicativas importantes para toda la sociedad. Si usted aprovecha estas fechas, está por un lado enseñando a producir textos y por otro, permitiendo que el niño tenga la posibilidad de formarse en el afecto. Además que ellos entiendan que son creadores y no consumidores.
Nuestros niños requieren ser escuchados, ellos tienen una historia por contar, necesitan expresar sus sentimientos, vivencias, miedos, soledades. Por ello, una fecha como el día de la madre debería ser aprovechada en toda su extensión por el arte y la escritura.  Pintar las emociones por la presencia, la ausencia, la soledad;  escribir los pensamientos más escondidos, desahogarse,  permitir y promover la palabra escrita es permitir la vida de nuestros niños.



Comentarios

  1. Es muy cierto lo mencionado acerca de la homogenización de las profesoras, pero yo me cuestiono una cosa ¿como hacer para enfrentar el duelo de la ausencia de una madre en un niño cuando se acercan estas fechas?

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