ROBERTO JUARROZ

Edificar una sola vez un día totalmente claro
y dejar que en sus múltiples y abiertos aposentos
cada forma se comporte como quiera.
Que la mano cambie entonces su imagen
y el pájaro la suya
a que ambos las intercambien en su oficio
de acorralar partículas de aire.
Que el tiempo bastonero se hago a un lado,
baje su voz la muerte
y el reloj de la torre
comience a ir hacia atrás o a la deriva
o se titule nube y abandone su sitio.

Que hoy deje su forma de ser hoy
y tome la forma de ser siempre
o por lo menos la del agua,
un agua transparentemente sola,
un resumen del agua.

Que la cosas escapen de sus formas,
que las formas escapen de sus cosas
y que vuelvan a unirse de otro modo.
El mundo se repite demasiado
es hora de fundar un nuevo mundo.

Roberto Juarroz

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